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Los “seis horizontes” para entender el fenómeno de la innovación

Los “seis horizontes” para entender el fenómeno de la innovación

  • El presidente del Consejo Nacional de Innovación, Fernando Flores, acaba de dar una entrevista en la cual se refiere a la nueva comprensión y sensibilidad respecto del fenómeno de la innovación y la competitividad, en la cual el CNIC está trabajando, la cual se grafica en “seis horizontes” que permiten entender los cambios por los cuales atraviesa la economía mundial y generar orientaciones estratégicas.

Que la innovación sea la llave para el crecimiento económico exponencial no es ninguna novedad. Schumpeter lo afirmó a comienzos del siglo XX y también dejó en claro que se trata de imponer una novedad organizacional o técnica y no, simplemente, de un invento. El problema para las sociedades radica en cómo incentivar esa creatividad y cómo detectar las innovaciones de mayor proyección.

“Porque las cosas emergen de varios lados”, explica Fernando Flores. “La emergencia más sutil es cuando aparece un principio nuevo que generará productividad a la larga. Por ejemplo, el procesador digital y el mundo de posibilidades nuevas que generó. Dos opciones frente a estas emergencias: las fuerzas existentes dominantes del mercado la toman y proyectan, lo que ocurre rara vez, o se abre un espacio para inversionistas y emprendedores. Eso pasó con el procesador hasta su aplicación en el PC”. Otro ejemplo: “nadie vio un negocio en la search machine hasta que apareció Google con una página donde la genialidad radica en el ranking. Y cuando Google se impuso se acabaron los portales y eso fue impredecible para éstos”.

¿Por qué rara vez no lo toman las fuerzas dominantes y cómo compatibilizar eso con todo este impulso al emprendimiento corporativo? 
Los grandes no se meten por tres razones. Primero, su espacio de ver cosas está limitado por los incentivos, los costos, etc. Segundo, prefieren comprar proyectos menores que desarrollarlos internamente. Tercero, se confunden los horizontes. Para que se genere el espacio correcto debe haber inversionistas de riesgo y emprendimiento. Y eso requiere un espacio exponencial de crecimiento. Exponencial significa que van a perder plata en muchas de estas ideas. Pero si no hay financiamiento para emprendedores, si no hay capital de riesgo, esta cuestión no anda. Y estamos hablando de un maratón infinito.

Los que manejan el montón de plata están en el nivel 1, con productos que tienen cash flow, ventas, clientes estables y ciclo presupuestario conocido, y tienen que producir excedentes para financiar todo el resto. Ejecutivos con mucho poder político y grandes mercados. Es muy difícil competir con ellos. Mientras que los del nivel 2 son estrellas emergentes. Pero las compañías tecnológicas saben que deben tener nivel 2.

¿Quiénes están más arriba?
El nivel 3 son nuevas líneas de productos, pura aplicación especial o laboratorio para futuros productos, presupuesto dado por instancias centrales y relativamente modesto. Sin ingresos. El más difícil de identificar es el nivel 6, el último, el menos importante desde el punto de vista aplicado, pero el más importante desde el punto de vista histórico. El nivel 6 es pura historicidad y emergencia de las ideas más puras, de conversaciones.

Hay que recordar que la innovación a nivel productivo consiste en colocar nuevas ofertas que desplazan a ofertas existentes y las reordenan. O sea, no son desplazamientos lineales. El proceso es, en parte, impredecible. Este es el espacio de los emprendedores, que son los capaces de transformar todo esto en mercado. Pero está apoyando desde afuera por los otros niveles.

Igual la queja es que ese apoyo es insuficiente.
El problema de las grandes empresas es que la métrica está equivocada para el nivel 2. No se les puede juzgar por ventas ni por cash flow, tiene que juzgársele por crecimiento de mercado. Una regla: hay que darles entre 24 y 36 meses para que creen mercado. Si logran conseguir cinco de los 10 clientes más importantes, la están haciendo. Y si logran que ninguno de sus adversarios consiga más de 2 de los más importantes, la están haciendo. Y eso no está en el sentido común del nivel 1.

¿Se puede incentivar este apoyo?
Se requiere un ecosistema de cultura ciudadana. Una cultura del riesgo compartido y de entender el fenómeno. Apostar a exponenciales y con riesgo de fracaso. El otro fenómeno es que todo esto está regido por una ley económica: los fondos de inversión se orientan a 10 años plazo. Si soy inversionista de riesgo, no pongo plata a 30 años, sino que a 10. Los administradores tienen ese horizonte y eso significa que hay presión por ganar plata también. No son banqueros en el sentido tradicional.

¿Se observan estos niveles en Chile?
En Chile hay nivel 1 a patadas. Hay nivel 3 y mucho 4 y 5 que nunca llega a ninguna parte. El problema es cómo pasar de Conicyt al nivel 3 y cómo ese se convierte al nivel 2. Al final, este modelo de análisis permite ver con claridad cómo se desenvuelve la innovación y el emprendimiento. La innovación al nivel 5, la ciencia, es necesaria para un país. No se puede tener escuelas de ingeniería ni medicina si no hay científicos. Aunque el científico no “produzca” nada, por lo menos genera una cosa: interpreta y traduce. Eso me obliga a tener investigación al nivel 5. El nivel 6, en cambio, se produce por talento puro.

El gran problema de Chile es en qué área vamos a poder amojonar, qué sector industrial nuevo podremos potenciar y alcanzar ese crecimiento exponencial. Si no hacemos eso, nos vamos a quedar con la estructura productiva actual y sabemos, primero, que es insuficiente para producir empleo y riqueza para todo el país y, segundo, que algún día será amenazada por una revolución industrial y será desplazada.

¿Es cómo encontrar una segunda industria salmonera?
Claro. O sacar fruta de otro tipo. ¿Dónde ponemos el vino? En el fondo es una innovación de refinamiento del nivel 3 que inventó nuevos mercados fuera de Chile y posicionó a los vinos chilenos de otra manera. Tiene, también, algo de investigación.

Pero la investigación se puede comprar.
Pero no te diferencias. Para producir más de lo mismo, comprar tecnología no tiene ningún problema. Para producir de otra manera, con salto de productividad o líneas nuevas de negocios, hay que tener nivel 2.

¿Cuál es la labor del CNIC en este contexto?
Tenemos que instalar conversaciones para cambiar esta matriz que nos tiene encerrados y abrir espacios para que nuevos niveles 2 entren. No lo haremos en uno ni en dos años, pero hay que abrir el camino, y para eso hay que preocuparse de todos estos otros niveles y de las conversaciones internacionales, porque la otra cosa es que todo este sistema es mundial. Nada se hace para el mercado chileno. Lo que sí es chileno es el terror.

¿Qué rol cumple el Estado?
Los estados modernos hacen tres o cuatro cosas. Por ejemplo, en EEUU, que es el caso que más conozco, para el nivel 5 y 6 tienen la National Science Foundation (NSF), un organismo independiente y con presupuesto. Trabajan en conjunto con fundaciones privadas. Sin interés en profit, sino en resultados científicos, para que eventualmente pasen a nivel 3 y de ahí al nivel 2. Cuando eso ocurre la cuestión entra en otro ciclo económico.

Fuente: Diario El Pulso

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