• Subsecretario de economía desglosa presupuesto para innovación, ciencia y tecnología. Tomás Flores explica que para comprender el incremento del presupuesto de este ítem, debe tomarse en conjunto todos los recursos orientados a “ciencia, tecnología e innovación” alojados en más de una cartera.

El 30 de septiembre pasado el presidente de la República presentó el proyecto de Ley de Presupuesto 2013, iniciando de lleno el debate en torno a esta materia. En lo que respecta a innovación, ciencia y tecnología, el gobierno al sumar las partidas de todas las carteras involucradas, señala que se destinará un total de $ 504.820 millones, lo que significa un aumento real de 8,9%, respecto de los $ 463.387 millones que consignó el erario en 2012 para esta área.

Para entender en detalle los alcances de este presupuesto, hablamos con el subsecretario de Economía, Tomás Flores, sobre los montos que involucra el Sistema Nacional de Innovación.

-¿Quiénes son los principales receptores de este Sistema?
-El Ministerio de Economía, a través de InnovaChile, de la Iniciativa Científica Millenium y de otros programas que tenemos, más presupuestos que transferimos a otros ministerios que son ejecutados por ellos. Nuestro socio más importante en esta materia es el Ministerio de Educación y dentro de éste, Conicyt. Ahí se puede observar el presupuesto de Fondecyt, Fondef, Fondequip y otros. Además, hay transferencia o uso de dinero de otras instituciones adicionales. Este es el resumen del impulso fiscal en ciencia, tecnología e innovación.

- El presupuesto 2012 consideraba los Fondos de Innovación de Competitividad Regionales (FICR) en Economía. ¿Por qué se pasaron a los Gobiernos Regionales?
- Hasta el año pasado el tesoro público traspasaba los recursos al Ministerio de Economía, luego éste, a la Subdere, ésta, a los gobiernos regionales (GORE) y éstos a una agencia ejecutora. Cada uno de estos traspasos requiere un convenio que tiene que ir a la Contraloría. Con esto se reduce la carga burocrática de manera sustancial, pero el uso que los GORE le dan a esos dineros tiene que estar en el mismo marco anterior, es decir, tienen que ser usados en temas de innovación para la región. Por ello, no se puede construir una medialuna.

- ¿Y cómo fiscalizan ésto?
- Cada gobierno regional tiene una glosa de 2 mil a 4 mil millones -dependiendo de cuánto se le asigne a esa región- provenientes del FICR que pueden ser gastados según la resolución 277, visada por el Ministerio de Economía, la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) y la Dirección de Presupuesto (Dipres) que fija en qué se pueden gastar esos recursos. Además, cuando el gobierno regional quiere utilizar esos montos debe solicitarlo a la Dipres. Los GORE tienen que rendir cuentas y la Contraloría revisa si es que los dineros fueron usados para los propósitos que la glosa presupuestaria autoriza. Si ellos se gastaran ese dinero en una medialuna, la Contraloría lo objetaría.

- El FICR mantuvo los $30 mil millones de 2012, ¿por qué no se aumentó más si este es el año de la innovación?
-Porque se agregaron estos $16 mil millones adicionales correspondientes a la Estrategia Nacional de Innovación.

- En la partida del FIC de Economía ¿no encontraron necesario consignar que el FICR pasa en 2013 a los GORE, por ejemplo?
La Dirección de Presupuestos lo dispuso así nada más. Cuando le presentemos a la Comisión Mixta (Presupuestos) lo vamos a exponer consolidado. Explicaremos por qué hicimos este cambio de un lugar a otro.

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-¿En qué consiste la Estrategia Nacional de Innovación?
-La estrategia no es sólo ciencia pura, no es sólo ciencia aplicada, no es sólo esfuerzo público, no es sólo esfuerzo privado, sino que requiere justamente de todos esos componentes de manera coordinada. Por eso, parte de nuestra agenda trae consigo un cambio cultural. Eso significa seminarios, charlas, mayor participación de la ciudadanía, en preguntarles soluciones innovadoras para problemas públicos. El significado más importante está en el cambio cultural”.

-¿Qué destaca de esta Estrategia?
Dos cosas. Lo primero es que no queremos que el año de la innovación sea entendido sólo como un período en que el Gobierno gastó más dinero, porque eso es transitorio. El impacto más importante que queremos lograr es sobre la actitud de la sociedad frente al tema de la innovación, que se traduce en un esfuerzo fiscal, pero que en conjunto con la Ley I+D (Innovación y Desarrollo) que paulatinamente la sociedad chilena, tanto pública como privada, vean a la innovación como algo requerido de manera permanente. Un ejemplo: no debe haber más de 1.000 empresas en Chile que tienen un gerente de I+D, de investigación y desarrollo, no ven que la innovación es una necesidad para la supervivencia del negocio. Tampoco en servicios públicos. Entonces, para nosotros el año de la innovación es más que sólo un aumento del presupuesto, sino que la sociedad chilena vea a la innovación como algo que es requerido de manera permanente si queremos ser un país desarrollado.

-¿Cuánto esperan que sea la participación del sector privado en I+D?
-Eso depende de cuán bien nos vaya con la nueva Ley de I+D que otorga un crédito tributario a las empresas que realicen proyectos en esta línea. Creemos que éste va a ser un instrumento importante para lograr ese objetivo. ¿Cuánto va a ser?, no lo sabemos todavía. Creemos que podríamos tener durante el próximo año unos US$ 20 millones en proyectos de I+D. Creemos que podemos tener un monto de dinero importante de I+D privado de esta nueva ley.

-¿En qué rubros?
-Todo tipo de rubros. Hemos visitado rubros o sectores en los cuales creemos que es más probable que esto ocurra, como la industria de la minería, la salmonera y la manufacturera; el mundo agrícola, agrícola floricultor, el consorcio del vino también. Hemos hecho recorridos por sectores productivos que creemos pueden darle un uso intensivo, pero está abierto para todos.

-¿Es suficiente el gasto público que haría el Estado en 2013 para alcanzar la meta de invertir 0,8% del PIB en I+D en 2014?
-Bueno, nunca es suficiente. La última medición que hicimos en el año 2009, el gasto en I+D representó el 0,4% del PIB y el número reportado a la OCDE fue de 0,45%. Este monto de dinero es más bajo que el promedio de la OCDE, el cual está en 2,4% del PIB en I+D. Evidentemente, un componente del crecimiento económico es aumentar los recursos para crear productos nuevos o para producir los actuales, pero de manera más competitiva. Entonces, nuestra aspiración es justamente cumplir la meta del 0,8%. Ahora, este es el monto total de recursos que la economía dedica a esto, no sólo gasto público. De este 0,45 (actual en I+D), el 41% es privado. En cambio, en la OCDE es el 65%. Es decir, no sólo invierten más en I+D, además, tienen una participación del mundo privado mucho mayor que la nuestra. Por tanto, no sólo queremos duplicar, sino que aumentar la participación del mundo privado en I+D.

Fuente: Diario Financiero.